Ya huele... El olfato empieza a percibir sabores a vainilla y canela sin pedir permiso de entrada. Los sentidos permanecen alerta. Una nueva capa de olores comienza a cobrar vida en una ciudad que parece latir a un ritmo pausado, sin prisas que atosiguen. Incienso como antídoto del alma que purifique sus males. La espera de todo un año cabe en una cuchara. Sean pacientes, se siente…
Fotografía: José Javier Comas Rodríguez
3 comentarios:
Qué bonito lo que puede evocar una fotografía....ya falta menos!
y ya lo tenemos aquí. Gran blog el tuyo
Ole, ole, ole!
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