Se fue. Sin parar ni siquiera a saludar, eligió el camino más oscuro y desconocido para marcharse. Un túnel que emboca su final. Aroma cauto y breve a cera. Anduve perdido por calles y plazuelas sin rumbo marcado que guiara mis pasos, encontrando, quien sabe, el momento esperado que jamás llegaría. Ahora Regreso. Mi mente vuelve a cobrar la vida que en siete días perdió. Este año la luz no renueva su palco de honor que miradas grises le robaron. Fue un sueño que regresará cuando abril comience a tornar juventud.
Fotografía: José Javier Comas Rodríguez
Entrada número 100.
1 comentario:
Sublime José como siempre. Magnífica foto. Un abrazo.
Guillermo Ramírez Torres
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