La vida guarda rumbos insospechados en una hoja de bitácora malgastada por el tiempo. La mayor parte de las veces muestra su cara menos fiel al proyecto que los sueños habían embarcado. Miles de personas buscan en otros lugares, ajenos, insospechados, ese rostro azul y alegre que debe parecerse a lo llamado felicidad. Puentes que den esperanza a espíritus que vagan sin camino recto. Realidades difusas. Sólo Dios lo sabe…
Fotografía: José Javier Comas Rodríguez
2 comentarios:
Hermoso texto, crudo pero muy hermoso. Te enlazo y te sigo en mi blog de poesía. Un abrazo.
Me gustaria poder charlar contigo d muxisimos temas cm ste. un saludo
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