"Una imagen que no se representa en mi mente es siempre un ejercicio técnico incompleto, porque el único propósito de cualquier imagen es lograr que se la represente". (Juan Gris)

jueves, 26 de enero de 2012

Once veces seis



La luz de la tarde señala un deseado porvenir. Será cuando el sol marque terciado las horas del mediodía sobre árboles color pasión, vidas a la espera de emociones en el tiempo. Sombras bajas, calor de primavera, aromas agolpados en torno a una puerta ovalada. Será cuando el oro venza a la oscuridad que ganaba batallas. Once veces seis, dos veces la edad de Cristo. La luz ya marca las horas…

domingo, 22 de enero de 2012

Tiempo inerte


Caminas por la vida sin conocer el rumbo marcado por Dios. Pensar, soñar, ver, decidir,… Vivimos en el tiempo de la espera futura. Sabia presencia que dicta el futuro. La edad es solo la huella de los caminos que hemos recorrido. Lo inerte mantendrá vivo lo que tú has dejado escapar. La excepción sigue sin confirmar la regla, el hombre son sus vivencias, el tiempo es piedra.
Fotografías: José Javier Comas Rodríguez

martes, 10 de enero de 2012

Atmósfera sagrada

Avanza enero impasible. Traspasamos la frontera invisible que nos marca el caprichoso tiempo cuando el invierno es aún joven. Atrás quedó la luz en forma de cristal. Solo el sol será nuestro guía, el viento traerá nuevos a olores y sentidos a la espera de vivirlos. Traspasemos la puerta de humo…



Fotografía: José Javier Comas Rodríguez

lunes, 9 de enero de 2012

Vestida de princesa

Viste caer la tarde de la forma más azul que soñaste. Pasee por tus calles para encontrarte sabiendo que lucías grandes galas en el día que todos volvemos a ser aquel niño que jugaba a soñarte. Divina Majestad de piedra. Regalo de reyes a una ciudad que ansía verte. Faro que vigilas cada corazón que te busca. Gracias por regalarme tu azul y conocer a la princesa que un día encontré muy cerca de ti.





Fotografía: José Javier Comas Rodríguez

viernes, 6 de enero de 2012

Donde la ilusión vive


Volvimos a ser niños, ¿verdad? Retornamos al palacio de nubes que nuestros padres hicieron para que los sueños jugaran cuando la infancia era virtud. Tres hombres de coronas doradas han paseado su majestad por todas las casas devolviendo aquello que nos pertenecía; la niñez. Pero no todo es de papel de color. Los hospitales y casas donde la felicidad vive en la ausencia también han servido de estación para aliviar la sed de sus camellos. Lugares donde el amor y la esperanza inundan las paredes a la espera de ver el sol desde el otro lado de una ventana. Pero ellos seguirán siendo únicos. Dios les guarda un lugar preferente, los reyes ya han enviado su mensaje…