Ya anda… Escondido me hallo entre un mar de trigales donde las amapolas saben ser barcas varadas. Me convertiré en paisaje espía de un sueño que dicen que” el que vive una vez no deja de encontrarlo”. Brisa, albahaca, arena, madera, plata, sol, surco, aroma… Todo será perfecta conjunción entre caminos que querrán ser teatro de un salón llamado Rocío.
Fotografía: José Javier Comas Rodríguez
2 comentarios:
Algún día si Dios quiere haré el camino. Tiene que ser muy emocionante. Un fuerte abrazo desde la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Preciosas esas siluetas dibujadas en el cielo.
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