Tus manos atadas... Todo el poder del universo concentrado a la vista de tus ojos. Manos que encierran el perdón de una humanidad que solo sabe mirarte de espaldas y huir de la estampa con sabor a epifanía. En ellas podría caber un mar de pensamientos que para ti guardaste y protegiste contra tu pecho inclinado. Gran Poder que lloraste la desidia de quien te quiso elevar a su altura sin saber qué camino tomar. Cuando lejos está la madrugá, hoy me acuerdo de ti. Un año de perdón en apenas dos manos cruzadas.
20/06/2011 I Aniversario de la agresión a Jesús del Gran Poder.
Fotografía: José Javier Comas Rodríguez
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