Hoy son días de mar, de barcas varadas en la orilla más cercana. De marineros que han fundido sus brazos con aguas saladas después de una vida de manos rotas por redes. Un nombre que es “Jardín de Dios”. Ya lo dijo Miguel Hernández: “el mar también elige puertos donde reír como los marineros, el mar de los que son”. Carmen.
Fotografía: José Javier Comas Rodríguez
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